Ausejo

Ausejo

jueves, 21 de abril de 2016

A mi hija

A mi hija en el momento de expirar

Que calma, Que paz, Que tranquilidad,
su imagen traslucía
con sus ojos cerrados
parecía que dormía
Quíen lo diría,
que un rostro tan hermoso
estaba ya sin vida.

Sus manos son heermosas
divinas, yo diría
sobre el pecho enlazadas
Da Vinci y Miguel Angel
no podrían juntos los dos
crear tal armonía.

Con su labios cerrados
marcando una sonrisa
¿De dolor? ¿de ironía?
¿De triteza ó pavor?
Dinoslo Tú, Señor
¿Que nos diría?


Máximo Sicilia