Ausejo

Ausejo

domingo, 4 de diciembre de 2016

Duele tanto quedar viudo

 Duele tanto quedar viudo
 A Boni de Alberite, que me contó la muerte de su esposa

Tanto como tú me quieres
tanto como yo te quiero
tu, te vas y aquí me dejas
llorando mi desconsuelo.

Cuando escribo esta carta avergonzado
por no haberte sabido querer lo que mereces
hoy me encuentro, infeliz, anonadado 
no sabiendo decir mas que memeces.

Aun sabiendo que te he querido mucho
confieso no haber sido buen amante
que para haberlo sido bueno, escucho,
hace falta tener mejor talante.

No se si a ti te llegará lo que te digo
pues al revés que en el expreso aquí sucede
allí quedaba viviendo el fiel testigo
pero aquí ni expreso ni París procede.

Aquella mujer sus penas comentaba
cuando podía ser feliz ella moría
yo con morir antes que tú me contentaba
el cielo me castiga viendo morir a quien quería.

Es mucho mas cruel, la vida, que la muerte
la muerte para mi yo la quisiera
y en vez de complacerme a mi la suerte
la parca se llevo mi dulce compañera.

La muerte me castiga, seguiré viviendo
y recordando lo mucho que la amaba
no me resisto a escribir diciendo
que tu a mi me decías me adorabas.

Te has ido al mas allá, y no se sabe donde
mas yo te buscaré, allá donde te encuentres
y por grande que sea el cielo que te esconde
te encontraré para contarnos nuestra suerte.

Quiero contarlo y que el mundo sepa
que vivimos la vida el uno para el otro
que parece mentira que todo el mundo quepa
entre dos que se adoran como locos.

Seguro estoy que habrás llegado al cielo
pues no otro lugar a ti te corresponde
y aunque a mi, mis actos me manden al infierno
me escaparé del mismo e iré donde te escondes.


Máximo Sicilia