Ausejo

Ausejo

viernes, 1 de julio de 2016

Dedicatorias

 A Roses, a petición de Miguel Palos (II)


En Roses cuando amanece
allí sobre su playa
el sol saluda a Iberia y,
cabalgando sobre las olas
el sol se mece
y hace que al que sabe mirar
y contemplar, gozar y percibir
un gran deleite.

Y llegada la tarde en el ocaso
cuando el sol ya nos deja
siendo de todos, no siendo de ninguno
se escapa a los dominios de Neptuno.

Antes quiere que le gocemos
y mezclando sus rayos con la aguas
aparecen chispitas de los cavas
dorados unos y otros rosas
que hacen de ti, una entre tantas cosas
un paraíso terrenal, playa de Roses.


Máximo Sicilia