Ausejo

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miércoles, 29 de junio de 2016

Dedicatorias

 Al castillo de Peñíscola


Cegados por la arena
promovida del viento y de las olas
no impidieron que viéramos
castillo y pueblo de Peñíscola.

Gruesos muros de piedra y 
dura roca lo protegen
del mar y de las olas
fuertes vientos se estrellan
contra las rocas y desaparecen.

Hasta madres con niños en su cuna
al ascender hasta el castillo vimos
que impresiones tan fuertes vivimos
que seres tan pequeños nos sentimos
al recordar la enormidad del papa Luna.


Máximo Sicilia